A Diego y Silvia les conocíamos de antes por amigos comunes a los que ya habíamos fotografiado su boda, así que ya sabían nuestra forma de fotografiar.
La boda comenzó con los preparativos de sus casas donde además de los nervios previos de la boda enseguida aparecieron las emociones, y también una gran tormenta cargada de lluvia que amenazaba con estropear el día de boda, pero después de la tormenta llegó la calma y tuvimos un gran día.
Fuimos testigos de la celebración en la Finca La Leyenda de Mucientes, donde enseguida los amigos y familiares se implicaron para que tuvieran un día fantástico y que sobre todo abundara la fiesta, lo dieron todo por la pareja.
Para nosotros como fotógrafos de boda encontrarnos con parejas que conectan enseguida con nuestra forma de ver la fotografía de boda es todo un lujo, y el trabajo se lleva muchísimo mejor.